Nunca pensé que algo pudiera llegar a doler tanto... El simple modo en el que él la miraba, como si solo existiera ella en el planeta. Como la estrechaba en sus brazos dando a entender que por nada del mundo la iba a dejar escapar. Como la cogía de la mano temiendo perderla de vista media fracción de segundo. Y como le colocaba con suavidad las manos en su rostro, acercándose despacio y posando sus labios en los de ella. Y como ella se ponía de puntillas para poder llegar a él. Como sus brazos subían para colocarse en sus hombros y como él despegaba una mano de su cara para ponerla en su cintura y con suavidad acercarla a él, aferrarla para no perderla.
En el momento en el que sentí que algo me humedecía las mejillas, quise salir corriendo de allí. Pero no pude, me había quedado clavada en el suelo y no podía echar a correr y esfumarme de allí,que era lo que yo quería. Tenía las piernas entumecidas, pero ,despacio, moví lentamente un pie hacia atrás. No dejé de mirarlos ni un segundo,no podía desviar la mirada, pero sabía que como siguiera allí plantada no tardaría mucho en abrirse cada vez más el enorme agujero que ya me había perforado el pecho. Moví lentamente otro pie, y por fin pude quitarles la vista de encima y echar a correr...
No hay comentarios:
Publicar un comentario